Si hay un aliado que pocos tienen en cuenta para realzar los sabores en la cocina es el aceto balsámico. Ahora, Aceitaia Millán suma tres nuevas propuestas de aceto, todas elaboradas sin aditivos ni conservantes, ideales para dar ese toque especial a una variedad inmensa de platos y hasta cócteles.
Picante, estilo italiano y ahumado son los tres nuevos sabores que la empresa, única certificada por el Consorcio del Aceto de Módena, presenta teniendo en cuenta tendencias de consumo y demandas de los especialistas gastronómicos más exigentes.
El aceto balsámico de Acetaia Millán se obtiene a partir de dos únicos ingredientes: mosto de uvas blancas añejado y vinagre de vino blanco añejado en barricas de roble. Acetaia Millán utiliza uvas de su propia producción, cosechadas en las viñas que también proveen a las bodegas de Familia Millán.
El trío de acetos
Aceto Balsámico Picante
Para su elaboración se utilizan ajíes frescos macerados entre 6 y 12 meses en el sofisticado aceto Millán. Pensado para los amantes del picante y, por supuesto, del aceto balsámico.
Un producto que acompaña muy bien carnes, quesos, ensaladas, picadas y hasta podría usarse en coctelería.
El aceto balsámico es un tipo de vinagre originario de Italia que por su forma de elaboración y características organolépticas se distingue como un producto mucho más complejo que el vinagre común.
Aceto Balsámico estilo italiano
Elaborado a base de mosto concentrado de uva Ugni Blanc y vinagre de vino añejados más de un año en barricas de roble francés y americano.
Luego del añejamiento se cocina por separado a fuego lento, proceso que disminuye su volumen a la mitad, en un nuevo proceso de reducción.
De esta manera se obtiene un producto espeso y cremoso, que ofrece la combinación justa entre acidez intensa y notas de tostado tan característicos en las preferencias italianas.
Ideal para usar como aderezo en ensaladas, helados, productos de pastelería, carnes, quesos, y muchas propuestas más.
De consistencia untuosa y sabor exquisito, cuando está elaborado correctamente, el aceto balsámico armoniza a la perfección el dulce y el ácido.
Aceto balsámico ahumado
Se obtiene a partir de la conjunción entre el Aceto Millán y el humo natural extraído del tostado de duelas de roble, reduciendo el volumen a la mitad. El resultado? Un producto también espeso y cremoso, con un ahumado intenso, que no pierde presencia en el acompañamiento de carnes, quesos, ensaladas, pescados, y platos elaborados de sabores intensos (al disco, a la olla, etc)
+info www.acetaiamillan.com