Sobre la calle Posadas, frente al distinguido Patio Bullrich, se alza una torre que no pasa inadvertida a los ojos de los locales y mucho menos, a los de los turistas. Es el edificio del Sofitel Buenos Aires Recoleta, marca registrada desde hace 20 años en nuestro país.
Aunque ha estado bajo la tutela de otros propietarios, y hasta puede que despiste a más de uno confundiéndolo con el elegante edificio de la calle Arroyo, desde que el grupo francés Accord decidió invertir en el país, lo ha convertido en el favorito de los visitantes más exigentes.
Y si bien la mayoría de su público es extranjero, también es frecuentado por argentinos, sobre todo en los espacios que ofrecen experiencias gastronómicas, ya que no es necesario estar alojados para poder disfrutar de todo el sabor faire quese respira en el Sofitel.
Sofitel Buenos Aires Recoleta ha podido desarrollar experiencias únicas y convertirse en la mejor representación del “french zest”: donde el toque francés encuentra la cultura local Mariangela Klein, directora de Marketing de las marcas Lujo de Accor de Sudamérica
Una torre de 18 pisos obliga a elevar la vista desde afuera. Entre sus pasillos se distribuyen más de 170 habitaciones elegantes y suites, con todas las comodidades y la tecnología a disposición para garantizar el descanso y una maravillosa estadía. Y algo que muchos ni imaginan: es petfriendly
Situado en uno de los barrios más elegantes de la Ciudad de Buenos Aires, el hotel tiene una ubicación ideal para estadías de placer o negocios, cerca de un infinidad de museos y parques para descubrir. Nos hospedamos para conocer los detalles de la experiencia Sofitel: una noche cinco estrellas.
Descanso de lujo
Da lo mismo si uno llega en auto, a pie o es parte de un contingente de turistas. Las puertas se abrirán con elegancia, al son de un perfecto saludo con acento francés.
Un expeditivo y cordial check in separa a los huéspedes de su morada temporaria de descanso y de un sinfín de amenities propios de las cadenas de lujo, sumado al asesoramiento constante para la planificación de actividades.
Las habitaciones son espaciosas. Tienen detalles de cortesía y una guía que acompañará al huésped en toda la estadía. Allí verá desde los horarios y los contactos para el room service, como algunas descripciones sobre la política de sostenibilidad que enmarca a todo el grupo Accord.
La mayoría de los huéspedes llega directamente mediante las reservas de paquetes de agencia. Son muy pocos los que organizan la estadía por cuenta propia y es por eso que, en ciertos horarios, el lobby se convierte casi en una sala de aeropuerto.
Quienes accedan a los pisos más altos tendrán como premio una vista esplendorosa de la porteña Buenos Aires, desde sus avenidas hasta las humeantes chimeneas del puerto porteño.
En el primer piso encontrarán un espacio para hábitos de relax y saludables compuesto por: fitnes center, sala de masajes, sauna y piscina interior climatizada.
Un anfitrión los guiará en todo momento. Allí ademán dispondrán de jugos naturales, frutos secos y todo tipo de amenidades complementarias, incluidas entre los servicios del hotel. Los masajes tienen un suplemento adicional.
También en el primer piso funciona el ballroom con su característico piano de cola y los salones para encuentros corporativos.
El secreto mejor guardado es que el conduce al jardín exterior, al que se llega desde el primer nivel tras subir unas escalinatas externas. Un oasis visible para los huéspedes pero oculto para los que transitan por la vereda. Lejos del bullicio citadino, para disfrutar del silencio.
Sabores con acento francés
Más allá de los edredones, el Sofitel ofrece un abanico de experiencias gastronómicas con impronta francesa.
Y esta es una de las mayores ventajas de hospedarse allí, pues en ocasiones resulta cansador volver a salir después de todo un día de excursión o de una agobiante jornada de trabajo.
Todas las propuestas se cpmcentran en la planta baja, una comodidad también para aquellos que visiten estas áreas sin estar alojados.
Por un lado encontrarán a Alma Buenos Aires, un restaurante cuya filosofía gira en torno a revalorizar la cocina local. Se accede con solo atravesar el elegante lobby y es el lugar donde también disfrutarán del desayuno cada mañana, con toda la propuesta gastronómica del Sofitel al alcance de la mano.
Su carta no es muy extensa pero con la variedad justa. Ingredientes de estación y autóctonos. Acompaña una nutrida carta de vinos de su propia cava. También se puede disfrutar de vino por copa, con las etiquetas seleccionadas del día. Los imperdibles: las mollejas con un puré de maíz, jugo de carne, suavizado con torrontés, y el cordero braseado con ñoquis de queso manchego.
El lugar predilecto de los más golosos será La Patisserie, ideal para deleitarse con sus recetas francesas o disfrutar de un exquisito café de media tarde.
A los que les gusta acodarse en una barra, Felicia BA, los recibirá gustosos. Es el flamante bar que vio la luz hace un par de meses, con el sello distinguido de la bartender Mona Gallosi.
Sin dudas, atravesar las puertas de Sofitel nos pone al alcance un mundo de experiencias placenteras, por el que vale la pena dejarse seducir aunque sea un instante, con ojos de turista.
Sofitel Buenos Aires Recoleta. Posadas 1232, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Atracciones turísticas de cercanía
- Museo Nacional de Bellas Artes
- Avenida Alvear
- Patio Bullrich
- Torro Monumental
- Museo Nacional de Arte Decorativo
- Floralis Genérica