Salir de casa ya de por sí es alentador y excitante y mucho más si el destino que nos está esperando, invita al descanso y al placer de disfrutar de aguas termales, del sol, el verde y de una deliciosa gastronomía. Con este combo por delante uno podría pensar ¿qué más se puede pedir? Pues que quede cerca. A apenas 3 horas de Buenos Aires, a la vera del km 129 de la ruta del Mercosur, se llega por todo autopista a Termas Concepción. Un lugar ideal para un reencuentro familiar con el aire libre, la diversión de un parque acuático y el relax de las aguas termales. Aquí el plan será pasarla bien, no importa la edad.
El ingreso al complejo puede ser por el día pero la mejor propuesta, sin dudas, es poder disfrutar de las piscinas que se distribuyen en varios sectores del amplio y parquizado predio de 30 hectáreas hasta que llegue el tardío anochecer veraniego. Entonces, la mejor combinación resultará de elegir alguna de las opciones de alojamiento que Termas Concepción ofrece: aparts, bungalows o cabañas. Todas cuentas con amplio espacio, cochera, parrilla y comodidades para que los huéspedes tengan el mayor confort.
Tras descargar el equipaje, es inevitable querer darse el primero de incontables chapuzones. Algunos querrán comenzar por las piletas de agua fría para enfrentar el calor del litoral. Pero las protagonistas saludables son las piscinas de agua termal que van de los 32º hasta 41º, que con sus formas irregulares se convierten en las más convocantes al ocaso.
El mayor atractivo en ésta época estival es trepar al cielo entrerriano para deslizarse por los toboganes multicolor del parque acuático, escenario para el vértigo y la adrenalina de grandes y chicos. Desde juegos de agua para los más pequeños, pasando por ensortijados toboganes en los que uno siente dar mil vueltas, un tobogán de cuatro carriles para generar divertidas competencias sobre quién llega antes a la zambullida, hasta el desafiante de caída caída libre de 17 metros.
Si olvidaste algún detalle o simplemente no quisiste cargar demás el auto, la posibilidad de alquilar reposeras, sombrillas y batas, están a alcance de la mano. Una nutrida despensa permitirá comprar víveres para poder cocinar por la noche y hasta tentarse en darle uso a las parrillas disponibles en los bungalows y en las cabañas. Pero para quienes deseen degustar exquisitos platos a base a pescados de río, como dorado, surubí o boga, el restaurante Justo José se encuentra abierto tanto en el almuerzo como para la cena. Comidas tradicionales que no pueden faltar, aggiornadas y presentadas de una forma impecable, casi tanto que los platos se comen primero con la vista y después el paladar ratifica el exquisito sabor. Para los golosos, se recomienda la copa Justo José (indudablemente para compartir) y el uruguayo postre Chajá. La sobremesa se extiende fácilmente, porque el restó cuenta con un espacio de juegos dedicado a los más chicos.
Concepción del Uruguay es conocida como “La Histórica” debido a que por varios años fue capital, no sólo de la provincia, sino que desde allí se comandaba el federalismo durante el proceso de unificación nacional a mediados del 1800. A muy pocos kilómetros del complejo termal se encuentra el Palacio San José, residencia de Justo José de Urquiza, primer presidente constitucional de la Argentina. Una visita al hoy monumento histórico nacional que sirve como museo nos permitirá repasar de forma más que atractiva y práctica aquellas antiguas lecciones de la escuela. Así, relax, chapuzones y el ambiente natural de las termas se combina con algo de historia y saber.