Se trata de una opción única que se suma al bienestar y salud que destacan a las Termas de Copahue.
Toda la localidad tiene una magia especial. Un caserío que desaparece bajo la nieve durante los inviernos, pero resurge en la temporada estival alrededor del Complejo Termal que le da vida.
La gente camina en bata por las calles y las plazas, coloridas por los lupines, donde relucen orgullasamente bancos donde matear bajo el cálido sol veraniego.
El ritmo es apaciguado porque, entre baño y baño en las diferentes piscinas y cabinas de tratamiento, tienen que mediar 3 horas. Allí es cuando se descubre la cabaña de interpretación histórica, se realiza un tranquilo trekking a Las Maquinitas o se queda uno flotando en la laguna verde.
Pero en esta semana especial de febrero, se complementa este andar relajado con las charlas, talleres, clases y seminarios libres y gratuitos, que propone Copahue Medita.