El legendario periodista de tenis fue homenajeado en la 15° entrega del premio Don Manuel Álvarez Argüelles a la trayectoria periodística en el hotel Costa Galana de Mar del Plata.
Tras recibir la estatuilla, confeccionada por el afamado orfebre Adrián Pallarols, de mano de la directora de la cadena hotelera, Claudia Álvarez Argüelles, el periodista contó la relación de amistad que supo tener con su padre «Manolo».
Moro relató anécdotas de cuando cubría la temporada de verano en «La Felíz» para La Oral Deportiva de Radio Rivadavia: en el antiguo lobby bar del Hotel Iruña pasaba las tardes en extensas charlas con Álvarez Argüelles, seguro de cómo conseguir la nota con los deportistas que se alojaban allí porque conocía los pasillos secretos que comunicaban con la cocina común con el hotel lindero, que servía a los requeridos entrevistados como salida de escape de la prensa, pero no la de Juano.
En la ceremonia, que se realizó en un salón repleto del Costa Galana con la prensa marplatense como invitada y otros tantos periodistas que llegaron especialmente desde Buenos Aires, se destacó que Moro fue el primer periodista en realizar un móvil en vivo con un teléfono celular. Fue en 1988, desde los Estados Unidos cuando Gaby Sabatini le ganó por primera vez a Stefi Graf.
Él mismo contó que había visto ese tipo de aparatos sólo en cine y que cuando descubrió que en la tribuna había una mujer con el famoso «ladrillo», se lo pidió prestado para poder relatar por radio el final de partido y entrevistar a Sabatini junto a la red. «Se lo devolví una hora y media después, tras una llamada larga distancia a Buenos Aires, y no se enojó para nada la señora», confió Moro, quién no considera el hecho como una hazaña, sino que fue la forma de «contar lo que estaba pasando».
Justamente, Claudia Álvarez Argüelles, destacó el desafío del periodismo de hoy de adaptarse y adoptar las nuevas tecnologías, sin perder la esencia de informar, más allá de la prisa por la inmediatez.