El vine une. Y para pruebas basta con remitirse a historias como ésta que amalgaman vidas y proyectos.
Trenzas de Agua nació por la pasión por encerrar lo mejor de un vino argentino en una botella. Pero también su naciente asomó bajo el brazo de quien siempre se esforzó por empoderar en lo más alto a uno de los centros invernales más importantes del país.
Bodega Malma y Chapelco Ski Resort crearon una edición limitada de este vino único que emparenta a dos familias emprendedoras en tierras neuquinas.
Chalpelco, en lengua mapuche, significa trenzas de agua. Y remite a esos arroyos cristalinos formados por el deshielo que bajan del cerro zigzagueando en busca del valle.
Las historias
Julio Viola (h) creció en el seno de una familia que impulsó el desarrollo del polo vitivinícola de San Patricio del Chañar, Neuquén, en los años ´90. Son los propietarios actuales de Bodegas y Viñedos Malma, con una larga trayectoria que los coloca en un lugar de prestigio tanto a su apellido, como a sus vinos.
A Juan Cruz Adrogué, su pasión por la montaña lo llevó hace 13 años a asumir la gestión del Cerro Chapelco, en Neuquén, poniéndolo en el mapa de los resorts más importantes de Sudamérica. Fue premiado tres veces en los últimos años como el mejor de la Argentina. La distinción también fue personal por su “Aporte Monumental a la Industria del Esquí” en la ceremonia de los World Ski Awards en la ciudad de Kitzbühel, Austria (noviembre 2018).
El vino
Trenzas de Agua es símbolo de amistad y de pasiones compartidas. Su cepa tiene todas las características que requiere un vino de alta gama. Único en su tipo.
Un blend singular de cepas malbec, merlot y cabernet sauvignon provenientes de las mejores parcelas de Bodega Malma. Los racimos son cosechados manualmente y elaborados en tanques pequeños para luego ser criados en barricas. Elegante y complejo, resultado de un terruño excepcional y una elaboración cuidada.
La etiqueta, muestra el perfil más estético y embriagante de las cumbres del Cordón Chapelco. Fue inspirada en una toma del reconocido fotógrafo Isaías Miciu, quien plasmó en una vista panorámica ese recorrido caprichoso de las aguas de deshielo, desde donde nacen hasta que llegan al valle.
Trenzas de Agua es más que un vino. Es también un legado. El testimonio de que es posible hacer que cada pasión encuentre su mejor cauce para convertirse en realidad. Ya sea levantando viñedos, o trazando los mejores proyectos sobre una montaña nevada. Un mensaje que, acaso como Trenzas de Agua, contiene dosis justas de sueños, perseverancia y pasión por la excelencia.
+info: www.bodegamalma.com