Diciembre no le dio respiro ni a la agenda ni al estómago. Fue el mes de múltiples despedidas y brindis, a los que se sumaron las fiestas y el final del año.
Aunque, reconozcamos, somos expertos en buscar cualquier excusa para levantar la copa como lo hizo Dionisio en el Olimpo cuando invitó a los sentidos a un generoso banquete de celebración.
Y, como en esa experiencia, dejamos que el gusto inunde su paladar con los sabores de un vino, mientras el olfato disfruta de su aroma, la vista admira su color, el tacto se estremece con texturas enológicas, y el oído aprecia la melodía que entonan las copas al chocar unas con otras.
Nos apropiamos de esa ceremonia para ofrecer buenos deseos cada vez que un encuentro entre burbujas se propone.
Por eso elegimos algo especial y elegante para recibir al 2018. Y llevamos a nuestra mesa las notas frescas que el Brut Nature de Fabre Montmayou ofrece. Porque es de los espumosos que atraen por sus delicadas burbujas, por acidez balanceada y porque invita a tomar otra copa sin padecerla.
Pero además lo elegimos porque esta bodega fue seleccionada como el mejor exponente argentino del 2017. El premio se otorgó en el marco de una gran ceremonia de la Competencia Internacional Wine and Spirit (IWSC por sus siglas en inglés). Allí se evalúan cada año vinos y licores de todo el mundo.
Así es que nos pareció un buen augurio comenzar el año con un exponente premiado, con uvas mendocinas pero que en su terruño natal (Luján de Cuyo) entienden bien el «savoir faire» (saber hacer) francés.
+Info www.fabremontmayou.com