Por los ventanales de la esquina de Montevideo y Av. Alvear se cuela la elegancia francesa que tiñe a Recoleta. Esa misma estirpe se posa sobre las mesas de PRESENCIA, el nuevo espacio que se suma a la escena gastronómica de la Ciudad. 
Presencia no es solo un restaurante, sino una propuesta integral que se expande también al formato de cafetería. Ambas conviven en un mismo edificio y comparten la misma filosofía de excelencia, cuidado estético y calidez. Algo que afortunadamente parece no pasar de moda.
“No buscamos abrir un restaurante más en Buenos Aires, sino un lugar que la gente elija como propio; donde se sienta bienvenida, sorprendida y cuidada, una y otra vez”, afirman sus creadores.
El proyecto nació de manos de Niels y Bente Houweling, dos hermanos holandeses que, cautivados por la belleza y la historia del barrio, decidieron apoderarse de ese clásico savoir faire y darle una pincelada contemporánea, respetuosa y refinada.
La cafetería se encuentra en la planta baja y el restaurante está ubicado en un primer piso, oculto a la mirada de quienes están de paso. Desde allí invita a los comensales a redescubrir el lujo desde la calma, la calidad y la intención. Ideal para aquellos que no quieren ser vistos pero que les gusta espiar por la ventana.
La experiencia de PRESENCIA, relatada en el streaming de HUESPEDES por Ecomedios.com
La cafetería Presencia funciona de lunes a domingo de 8:00 a 20:00 hs con propuestas de café de especialidad, pastelería artesanal y platos frescos. El restaurante abre de lunes a sábado de 19:30 a medianoche, ofreciendo una experiencia gastronómica sofisticada, íntima y memorable.
Una cocina distinguida y con propósito
Al frente de la propuesta culinaria se encuentra el chef Rodrigo Da Costa (ex Hyatt y Le Rêve) , quien comparte con los hermanos Houweling una visión clara: una cocina guiada por principios, basada en técnicas precisas, ingredientes excepcionales y una ejecución impecable.
A él llegaron como quien busca un tesoro, guiado por pistas y por lo que nos apasiona a varios: comer. Asi que fueron a la antigua cocina en la que trabajaba y le contaron la propuesta. Hicieron todo prolijito y allí empezó también Rodirgo a formar parte de la ambición de estos hermanos holandeses que de gastronomía no sabían nada.
La inspiración es europea, francesa para ser precisos. Pero uno de los pilares fundamentales es la colaboración con productores locales e independientes, seleccionados por compartir la filosofía de trazabilidad, excelencia y respeto por los ciclos naturales.
Gracias a estas alianzas, el restaurante trabaja con productos de estación en su punto óptimo, transformándolos en platos donde la sencillez se convierte en sofisticación.
La carta es acotada pero respeta los clásicos y las innovaciones. No se asusten si en el menú principal del restaurante no encuentran los postres, pues para ellos hay una carta independiente. El servicio acompaña todo el tiempo la propuesta y redondea la experiencia.
Mis recomendados para saborear en PRESENCIA: Mejillones glaseados, papa noisette con panceta ahumada y perejil. Rogel de hongos masa crocante, queso mascarpone, manzana, puré de hongos y su demi-glace. Merluza Negra con texturas de topinambur y hongos escabechados. Y si piden alguna proteína no desprecien la propuesta de vegetales glaceados porque es excelente y distinta a todo! Entre los postres, imposible no sucumbir a una pera rellena con el más exquisito chocolate.
El maridaje es una parte importante en Presencia. La carta es cuasi una biblia de etiquetas de distintos lugares del terroir argentino, muchas a precios de vinoteca; también asoman atractivas propuestas de vinos del mundo.
Quienes se inclinen por vinos por copa, aquí tendrán la opción de disfrutar de las opciones que el mismo dueño selecciona cada noche. No están en la carta. Bastará con mirar la barra donde se exhibe una serie de etiquetas con las que tentarse para acompañar cada plato.
Diseño, detalles y accesibilidad en Presencia
Desde la vajilla hasta el mobiliario, cada elemento fue seleccionado para elevar la experiencia de quienes se sienten en las mesas de Presencia.
Si bien el restaurante tiene precios que quizás uno no se puede permitir todos los días, resultan razonables y entonados con la calidad de los productos y del servicio que ofrecen cada noche. Y esto es así porque desde su concepción, idearon el proyecto para que sea accesible sin que eso signifique resignar excelencia.
Y si de accesibilidad se trata, hay que rescatar que el acceso al primer piso es por ascensor, un punto que parece menor pero que no deja afuera a personas con movilidad reducida de experiencias como éstas. Porque a veces el precio de un lugar, no es el único condicionante.
PRESENCIA📍Dirección: Montevideo 1789, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. IG: @presenciarestaurant
