Corrientes tiene una hermana que se llama Resistencia y una prima muy cercana, Posadas, que suele alejarse de la tierra colorada para descansar a la vera arenosa del Paraná.
Lejos de la ciudad homónima a la provincia litoraleña hay un paraíso escondido y silencioso. Es el conjunto de islas de Apipé Grande, un archipiélago fluvial sobre el Paraná en el departamento de Ituzaingó, a 230 km al norte de la capital correntina.
La isla forma parte de un sistema de reservas naturales. Hace poco fue declarada Parque Provincial. El poblado principal es San Antonio, lindero casi a la represa hidroeléctrica Yaciretá. Allí se encuentra el pequeño puerto que da la bienvenida a ese lado correntino, parte de la Ruta Natural, complementaria a Esteros del Iberá, que invita a descubrir destinos como éste en nuestro país.
Para llegar es necesario cruzar en lancha unos 14 kilómetros desde el puerto de Ituzaingó. Y aunque de uno y otro lado del río sea territorio argentino, una parte del trayecto navega sobre aguas con soberanía paraguaya. Motivo que durante años desató un profundo conflicto entre ambos países.
San Antonio es el único centro con servicios básicos. No tiene comunicación vial con el resto de la provincia, aunque internamente se comunica con otras poblaciones cercanas por caminos de tierra.
Ideal para quienes gusten del avistaje de aves, realizar safaris fotográficos, paseos por algún canal del río, pesca recreativa y caminatas. Calles arenosas, vegetación exuberante, casas espaciadas, algunos pocos autos, tractores y motos, y un espléndido cielo estrellado nocturno.
Lejos del wi fi, la única conexión que existe es con la naturaleza. Para quienes lo visitan por primera vez, la paz resultará una postal extraña. Pero es la que guía el pulso de los días de los menos de 2000 habitantes que viven en el lugar, y que reciben a quienes eligen Apipé para disfrutar otra forma de hacer turismo; un turismo más consciente y responsable.
Dormir entre la naturaleza
Hace 15 años, Silvia y Aníbal De la Cruz se convirtieron en dueños de una centenaria casona que restauraron y devino en alojamiento.
Con mucha tenacidad y capacidad emprendedora, crearon La Casona de Apipé, un ecologde familiar, elegido en su mayoría por turistas foráneos o por aquellos que, aún en medio de la naturaleza, se niegan a resignar ciertas comodidades.
Aunque conserva la estructura original, todos los detalles, mobiliario y elementos utilizados en la puesta en valor, corresponden a objetos encontrados durante la limpieza y reconstrucción del espacio.
Se convirtió en casa de huéspedes casi por casualidad, pues los extranjeros que llegaban a la isla en busca de paz y ecoturismo, se acercaban a la pareja preguntando si les permitían pasar la noche. Una buena cama, un espacio rodeado de verde y aroma a campo. Qué más se necesitaba?
Actualmente, posee cinco espaciosas habitaciones con baño privado, un parque extenso, un corredor que conecta el salón comedor, el living y la cocina, con amplio ventanal de cara al jardín que invita tácitamente a lavar los platos, aunque la estadía sea en plan vacaciones.
Hospitalidad, cuidar y proteger
En la Casona de Apipé, además de relajarse, se aprende sobre el respeto a la tierra y la protección de la comunidad. Desde el desayuno hasta la cena, se utilizan ingredientes locales, así como también los de su propia huerta orgánica. Para potenciar más la cadena de valor, muchas veces disponen de los productos o emprendimientos gastronómicos cercanos, como la red cocineros del Iberá.
Tan importante es el cuidado del ambiente que reparan hasta en el mínimo detalle para no contaminar ni el suelo ni el río. Desde la reutilización de los residuos hasta un sistema de tratamiento especial para el agua purificada biológicamente a través de bacterias. Próximamente, se alimentará de energía a través de paneles solares.
Aunque algunos lugareños resistan las mejoras y modernidad que puede llegar a ese lado del río, la construcción de la Casona revalorizó mucho más la isla. Allí prima el respeto por la naturaleza, por el lugar en el que se encuentra, la hospitalidad, los buenos modales, la sonrisa perenne, las prácticas amigables, la protección de los recursos, y el deseo ferviente de que los visitantes regresen.
📣Tips para el viaje
👉 Para ingresar a Corrientes es necesario presentar un PCR negativo o el certificado de vacunación (una o dos dosis) o el alta epidemiológica si tuvieron COVID. JetSmart tiene vuelos a precios promocionales, con tres frecuencias por semana.
👉Ituzaingó se ubica a 230km ( 3hs en auto) desde Corrientes.
👉A San Antonio se llega en lancha desde el Puerto de Ituzaingó. Precios $1200 ida-vuelta.
👉 Consultar con los alojamiento o los sitios oficiales de turismo por la tramitación de algunos permisos especiales para cruzar a la isla. Asegurarse de llevar todo lo necesario para la estadía, fuera de lo que proporcione el alojamiento.
👉 Si el plan es familiar, y tienen hijos pequeños, mejor avisar en el lugar de hospedaje.
👉 La Casona de Apipé: lacasonadeapipeecolodge@gmail.com // Tel. 03786 49-4234. Pueden consultar tanto por estadía como por los traslados necesarios y otras actividades en la isla.
Para programar la visita pueden consultar tanto en la agencia Turismo Diversidad como en la ONG Apipe Turismo