Subirse a un barco no sólo nos traslada físicamente, sino que nos moviliza también desde lo anímico. El proceso de embarcar -por más ágil que sea- y flotar durante una hora hace que la mente se transporte a cientos de kilómetros de la rutina. Imaginen que además cambiamos el cemento por viñedos.
Pero el éxito de la Wine Experience que propone Civitatis junto a Colonia Express, no sólo se resume a una escapada en el día. La jornada inicia a las 9 AM en Puerto Madero rumbo a Colonia del Sacramento, en la otra orilla del Río de la Plata.
Se trata de un producto turístico lo suficientemente cerrado: con traslados, cata, comida y bebidas; pero con una cuota de tiempo libre, como para disfrutar del Casco Histórico, justo antes de subirse al barco de regreso.
Por eso, es quizás uno de los productos mejor vendidos por Civitatis para los turistas extranjeros que visitan la Argentina. Sí, es la misma plataforma que se hizo famosa en Europa a través de los free tours en español (que también se ofrecen en Buenos Aires).
Lo cierto es que parece mágica la posibilidad de trocar el skyline de torres vidriadas por viñedos de Cabernet Franc, Petit Merlot y Albariños. Justamente, estas cepas menos habituales en la vitivinicultura argentina y todo el tratamiento diferente que necesitan las uvas uruguayas por tener que soportar noches calor; hacen que las catas guiadas en Finca del Sacramento sean una experiencia muy diferente, incluso para porteños que hemos recorrido las tradicionales rutas del vino en Mendoza o Salta.
Esta finca, distante a 12 minutos del Puerto, a la que llegaremos en micros de Colonia Express, pertenece también a la naviera. Forma parte de Los Cerros de San Juan, la bodega más antigua del Uruguay fundada por la familia Lahusen en 1854. Sus vinos fueron tradición en las mesas familiares, pero cuentan que desde 2010 por cerca de una década el negocio estuvo descuidado por un grupo inversor extranjero.
Sin embargo, fieles empleados continuaron haciendo lo que mejor sabían hacer: vino. Y eso se nota. Los actuales dueños adquirieron la historica bodega a poco de iniciar la pandemia de 2020 y entendieron que la experiencia exitosa del pasajero inicia con un producto de calidad y con personas que tengan pasión por el vino. Como la que transmite la sommelier Johana Vazquez cuando enseña a descubrir aromas, tonalidades y sabores en una degustación acompañada por una refinada tabla de fiambres.
Tras la cata, se puede recorrer el parque y hasta hay bicicletas para los que quieran pedalear por entre las viñas. A nosotros nos tienta conocer el interior de unas casitas de madera y tejas, en colores pastel, como de cuento. Son la nueva opción de alojamiento para poder amanecer frente a las vides y también darle provecho a la enorme piscina.
Nos confían que, aunque Civitatis no se dedica a la reserva hotelera, la opción del paseo con una noche en la bodega será un producto que estará pronto en la creciente oferta turística. La plataforma tiene por objetivo ofrecer excursiones diferenciales. Para ello es que se está ampliando el equipo local de Civitatis, que trabaja en conjunto con las direcciones locales de turismo para contactar a los más destacados prestadores y poder garantizar a los pasajeros las mejores experiencias.
Mientras tanto, nuestra experiencia gourmet continúa bajo una fresca galería de cañas, con diversos maridajes. Ensalada de hojas verdes, fiambres, bruschettas. Platos livianos y brindis cada vez más ligeros.
Llega el tiempo de caminar por las 10 hectáreas de viñedos. Momento único. Aquí la foto será cada día diferente y mágica, como estas plantas que parecen totalmente secas en invierno y tras la primera renacen en verde para llegar al pleno verano con sus sarmientos pesados y repletos de uvas. Para aquellos que quieran vivenciar la vendimia, sepan que en Colonia cosechan al inicio de febrero.
Regreso al pasado
Son las 4 PM y subimos nuevamente al bus, que desanda esos escasos 8 km hasta la muralla y puente levadizo que nos da la bienvenida al Casco Histórico de Colonia del Sacramento. La ciudadela fue ocupada alternadamente, durante 100 años, por españoles y portugueses. Esa disputa fue la que le forjó una cultura de sincretismo arquitectónico y urbanístico.
La recomendación, una vez más, es contratar un walking tour a través de Civitatis para redescubrir este entramado de historias. Callejuelas adoquinadas con lajas, como la famosa calle de los suspiros; Cañones de hierro, vestigios de los tantos soldados que atacaron y defendieron el muro que corre de norte a sur; y el faro, que aún enciende en las noches, pero ahora gracias a la energía que recolectan paneles solares; serán todos escenarios perfectos para un book fotográfico, incluso si nos sorprende la lluvia.
Erradamente, muchas veces evitamos repetir un destino, pero los viajes jamás son iguales, porque somos nosotros los que cambiamos con cada uno. Aunque parezca inalterable, Colonia es una experiencia que se renueva.