La Iguana piel de cobre es Monumento Natural de la Provincia de Buenos Aires, está en peligro de extinción y avistarla es un verdadero desafío.
Parque Provincial Ernesto Tornquist
Villa Ventana tiene su ya asentado e histórico atractivo. Ese agujero de 9×5 en la cima del cerro que da nombre a todo el sistema lítico de la región y cuya forma se asemeja a la de la República Argentina. Poco se conoce de un animalito que, de todo el mundo, sólo habita ahí.
El Parque Provincial Ernesto Tornquist, además de recibir a cientos de turistas que llegan ansiosos de realizar senderismo y treking, se ocupa de arduas tareas control de especies, prevención de incendios, desarrollo y educación ecológica.
Facundo, uno de los encargados de llevar adelante el proyecto de un nuevo Centro de interpretación, es mi contacto para conocer el territorio y me presenta con algunos de sus compañeros brigadistas.
Me explican que el pastizal es fuego. Lo natural es que se incendie. Su tarea no es la prevención, porque la consecuencia lógica de la sequía y el calor es esa y el ambiente necesita que eso ocurra. Es una renovación de la tierra. Lo que debe hacerse, sí, es evitar que el fuego alcance zonas urbanas y explicarle a la gente que estas cosas suceden y sucederán siempre en estas áreas. Me recordó a lo que pasa en Laguna de Rocha, un lugar que naturalmente es inundable.
Daniela de cobre
Me instalo tranquilo en un sector del parque con parrillas. Los fines de semana el lugar se llena de gente que viene a pasar el día. Con un una mano buscando una zanahoria dentro de un tupper, una chica parece pasar los minutos mirando la escena turística y alguién del parque me comenta que «viene todas las semanas desde Bahía Blanca. Está por recibirse de bióloga. Hace los senderos intentando avistar alguna iguana piel de cobre».
Lagartijas hay por todos lados, pero no ésta. Avistar una de ellas -dicen- puede ser una misión casi imposible. En mi excursión a hacia la Ventana espero tener algo de suerte.
Mi cámara, atenta. Por momentos voy al frente del grupo junto al guía. Quiero obtener el primer movimiento animal que reaccione a nuestros pasos. En otras etapas prefiero dejar pasar al grupo y esperar que el bicho asome la cabeza chequeando que la amenaza pasó y, ahí sí, aprovechar mi oportunidad.
«No vas a encontrar una acá», me aviva Daniela de Cobre. La Iguana únicamente está en lugares de roca. No pisa pastizal. «Se les llama lagartijas saxícolas». ¡Genial! El guía del grupo puede estar hablandole a los señores turistas sobre el agujero y yo tener a una compañera especializada en la iguana.
«Cuando lleguemos a la parte más alta, tocá la piedra. Si está caliente, puede ser que alguna salga a recostarse y tomar sol», completa. Yo miro para arriba y… nublado. Todo tapado por una sábana blanca. Dificil.
La iguana
-¿ Y Cómo es? -Mide entre 25 y 30 centímetros, no es muy grande. Los machos son verdes y las hembras, cobre.
-¿Son de acá? -Son endémicas del Sistema de Ventania. Pero sólo se las avista en Tres Picos y Cerro Ventana. Como son de moverse entre las rocas, las vas a encontrar recién superando los 700 metros de altura.
-¿Qué comen? -Principalmente unos caracoles que también son endémicos de acá. Lo loco es que no se sabe mucho, porque se la ve poco. Está en extinción.
-¿Cuántos individuos quedan? -No se sabe.
-¿Cómo que no se sabe? -No. Nunca se hizo ningún censo. Son realmente pocos los avistajes. Ahora que es Monumento Natural tampoco puede uno acercarse tanto porque hay que cuidarlas. Yo soy bióloga y me interesa particularmente su genética. Es un aspecto totalmente desconocido y a través de ella podrían determinarse cuestiones poblacionales que permitan definir el estado real de conservación.
-¿Te gustaría investigar algo de eso? -Me encantaría. Pero no tomaría muestras directas o más puras como las de sangre, no se puede. Quisiera probar estudios sobre sus heces y ver qué resultados tengo. Estoy esperando que me autoricen. Mientras, me gusta venir y tomar fotografías si llego a ver alguna. Todavía no vi ningún macho. Fuera de eso, también vengo como voluntaria a cuidar del jardín botánico.
Preservación
Me quedo todo el trayecto hablando con ella. Por momentos, nuestro guía acude y le consulta por alguna planta nativa, lo mismo por algún dato más científico y ella responde para todo el grupo. Tuve suerte en cruzarla.
El grupo es grande y ruidoso, el día no ayuda y me quedo con las ganas de poder ver a la iguana cara a cara. El pasaje de Primavera a Verano es la mejor época de avistaje. El frío recluye a la iguana el resto del año. Seguramente la próxima intente en el Tres Picos, pidiendo permiso para ir más en solitario.
La iguana está en el máximo nivel de conservación, pero incluso para su preservación es necesario ahondar su investigación. Y para los que menos acceso a ese tipo de información tenemos, conocer un poco es fundamental para saber cuidar también.