La Fogata de Los Cardales celebra desde hace 25 años una verdadera oda al fuego, a tan sólo una hora de Capital Federal
Cuentan los vecinos del pueblo bonaerense, ubicado sobre Ruta 6 a la altura de Río Luján, que fue un hombre queriendo rememorar su infancia el que acercó la propuesta.
La idea era revivir las fiestas paganas de fuego, que antaño se ofrecían al sol para darle energías en el invierno y tener buenas cosechas.
La fecha coincidía por lo general con la veneración católica de Juan el Bautista, por lo que durante los primeros años la festividad se llamó Fogata de San Juan. Pero en la actualidad se la conoce por el nombre del pueblo y su realización pasó a ser en fechas aleatorias de Octubre a conveniencia del turismo.
El fuego suele ser asociado también con la purificación del alma y en este collage de creencias se mezcla otra costumbre importada: una quema de muñecos hechos a mano por cada familia, en la que se les carga metafóricamente con la «mufa» o «mala onda» y las cosas que no se desean en el año venidero..
La imagen de los cuerpos de trapo encendidos es impactante. A veces apilados unos sobre otros en montañas que alcanzan varios metros de altura. Otras, perfectamente acomodados unos al lado del otro sobre una plancha de hierro.
Por la cabeza se cruzan imágenes asociadas a la historia, pero la mirada está cautiva de la inmensa llama que crece y las chispas que el viento eleva.
Cada año y durante los 365 días, un artista elabora las estructuras que envolverán las llamas en el espectáculo central, que trazará la línea narrativa que guiará el espectáculo.
Este año el emblema elegido fue la leyenda de Ícaro, que escapó volando junto a su padre, Dédalo, de la isla de Creta con unas alas que éste elaboró con plumas y cera.
La advertencia de Dédalo para su hijo fue que no se acercara demasiado al mar, para no mojar las plumas, pero tampoco demasiado al sol, para no derretir la cera. El entusiasmo del joven pudo más y al subir cada vez más alto el desenlace fue trágico.
Los Cardales logró instalarse con su Fogata en el calendario de toda zona norte de Buenos Aires porque también construyó una oferta diversa alrededor de su evento principal.
Los puestos de alimentos de Sabores del Mundo son clásicos culinarios especializados en comidas típicas internacionales; el paseo de artesanos lo equipara con más de 200 stands de feriantes que muestran trabajos de decoración para el hogar, pinturas, grabaciones, esculpidos, tallados, colecciones y cosas prácticas para recorrer sin fin y detenerse en cada uno; el Centro Cultural Los Cardales realiza sus exposiciones anuales y su grupo de baile, sus respectivas muestras de danza; previo al show de la fogata, se hacen sorteos y se le permite a los primeros en llegar anotarse para lo que es la suelta de globos de papel a calor.
El entrelazado de historias, costumbres, sensaciones y expectativas puestas en el comienzo de nuevas etapas y encuentros llaman la atención de la provincia, en «la noche más larga del año».