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El corazón está en la cocina

Il Salviatino, en la empinada ladera al sur de Fiesole, es una villa toscana con vistas a Florencia que estrena chef y una huerta única que derrocha el sabor de la toscana

Una de las intenciones de Il Salviatino es que su cocina sea una muestra del territorio que habita y de sus estaciones.

Il Salviatino es una villa toscana con vistas a Florencia que derrocha sabor desde su huerta hasta la mesa

 

 

 

Entre las colinas de la Toscana, esta villa del siglo XV restaurada a mano, se encuentra a solo 15 minutos del centro de la ciudad de Florencia. Con frescos originales, exuberantes jardines que acaba de anexar una cuidada huerta orgánica, ofrece desde su amplia pero acogedora terraza, hermosas vistas del famoso Duomo florentino.

Il Salviatino pone al alcance de la mano una lujosa y auténtica escapada italiana. En ella se puede percibir la clase tradicional de la Toscana y su lujo relajado: desde la caza de trufas en los terrenos de la propiedad hasta las visitas privadas a las bodegas y, por supuesto, las cenas de estilo familiar.

Un mapa de la Toscana

Una de las intenciones de Il Salviatino es que su cocina sea una muestra del territorio que habita y de sus estaciones. Para ello ha apostado a convocar a expertos.

Originario de Salento, su chef Stefano Santo ha trabajado desde temprana edad para refinar sus horizontes gastronómicos con experiencias en Londres, Dublín y Suiza. En el Hilton Heathrow con Michael Sodah fue significativa desde el punto de vista de la organización de la cocina. En Dublín, en The Halo, descubre la gastronomía fusión y cómo mejorar las diferentes combinaciones de sabores, pero en The Square en Londres, bajo la guía de Phillip Howard, Stefano profundiza la química aplicada a las técnicas de preparación.

El deseo de adquirir más conocimientos y habilidades lo llevó a viajar por un año entero en el sudeste asiático y Oceanía, donde experimenta sabores, aromas y sus posibles interacciones con los productos locales. A su regreso a Italia, trabajó para restaurantes de gran prestigio: fue chef de partie con Gualtiero Marchesi, sous-chef en el restaurante Arnolfo con 2 estrellas Michelin, y luego fue chef ejecutivo de sitios importantes como Castello del Nero, Villa la Vedetta, Borgo Santo Pietro y Borgo Egnazia.

Stefano está entusiasmado con su nuevo desafío, también gracias a que este año el hotel está inaugurando dentro de su parque histórico, una huerta orgánica diseñada por Isabella Dalla Ragione, creadora y presidenta de la Fundación Arqueológica, que ha salvado de la extinción a especies raras y antiguas, utilizadas en la Edad Media y el Renacimiento. Recuperadas de antiguos conventos de Italia Central, crecen ahora en el nuevo jardín.

La comida en «La Cucina» es simple, sabrosa y elegantemente presentada. El chef es un gran partidario de la interacción con los productores locales, un apoyo que ciertamente se puede deducir en los nuevos platos: Raviolini con pato con camarón rojo, perejil y caldo de enebro o  Cappesante con tocino glaseado, apio y frambuesa. Él mismo define su cocina como «pragmática, sana, ligera, curiosa y territoral: una nueva tradición con antigua innovación».

Las cualidades de no quedan sólo en las palabras, sino que se plasman en sus menús, con platos inspirados en las estaciones y una experiencia verdaderamente toscana, del jardín a la mesa, porque como en cualquier respetable casa italiana, el corazón está en la cocina.