El suelo
Verde, rocas y minerales. Un postal acotada para resumir ese pequeño, pero rico, valle que se encuentra a 90 km de San Juan capital: el Valle del Pedernal.
Se esconde de la aridez de los cerros pero también se resguarda de la actividad residual de las empresas mineras y calcáreas de la zona.
Un oasis productivo, ubicado entre los 1200 y 1700 m.s.n.m, protegido por una barrera natural: la sierra del Pedernal. De gran amplitud térmica, con veranos templados y noches muy frescas, que resulta propicio para la elaboración de vinos de gran estirpe pero también requiere mayores cuidados.
Desde el año 2007, el Valle de Pedernal se convirtió en Indicación Geográfica (I.G.) vitivinícola, es decir, en una marca registrada de la zona, donde se producen vinos argentinos de gran valoración internacional; una protección legal para ese territorio también.
La composición de sus suelos es tan rica como diversa. Abundan las piedras de sílice, conocida como «pedernales» y que bautizan, junto con la sierra homónima, a esta tierra prometida.
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