Desde una bodega afincada en una cantera italiana, hasta vinos en terroir australiano, Alejandro Bulgheroni Family Vineyards (ABFV) consolida un nuevo capítulo en su expansión global con un portfolio integrado por quince bodegas en los grandes orígenes del vino.
Hace pocos días, en el Palacio Duhau de Buenos Aires, se presentó oficialmente la llegada de ese portfolio a nuestro país, con bodegas que comparten la misma filosofía que vela por la calidad de los vinos pero también por la sustentabilidad.

Lo que más disfruto es descubrir cómo cada terroir tiene su propia personalidad, y cómo el vino nos permite unir tradición, naturaleza y comunidad, creando cultura, turismo, empleo y un profundo sentido de pertenencia. Alejandro Bulgheroni
El grupo incluye Garzón y Brisas en Uruguay; Argento, Viña Artesano, Vistalba en Mendoza (el empresario ha adquirido un porcentaje de esta bodega) y Otronia en Patagonia; Lithology en Napa Valley (Estados Unidos); Dievole, Poggio Landi, Podere Brizio, Tenuta Le Colonne y Tenuta Meraviglia en Toscana (Italia); Château Suau y Château de Langalerie en Burdeos (Francia); y Alkina en Barossa Valley (Australia).
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Viña Artesano
Se trata de un nuevo proyecto de vinos premium de Mendoza que celebra la conexión entre arte, naturaleza y ciencia. Inspirada en las flores que crecen entre las hileras de sus viñedos —símbolo de biodiversidad y equilibrio natural—, la marca nace del deseo de expresar con autenticidad la riqueza de los micro-terroirs mendocinos.
Sus vinos de Artesano provienen de Paraje Altamira, Gualtallary y Alto Agrelo, donde cada suelo imprime carácter y singularidad. La colección se compone de tres líneas —Achillea, Nassella y Gazania—, elegida por haber contribuido de manera significativa al aumento de la biodiversidad en cada finca.
Las etiquetas, ilustradas en acuarela con un estilo sobrio y artesanal, representan estas flores desde distintas perspectivas —una mirada desde el suelo, una frontal y una aérea—, reflejando la idea de contemplar el vino desde diversos ángulos: el del origen, el del hombre y el del entorno.
Algo de cada mundo
El desembarco de ABFV en el país llega acompañado de una selección de novedades que expresan la diversidad y profundidad del portafolio global:
· Otronia Riesling y Otronia Lagunar Gewürztraminer: dos nuevas etiquetas que amplían la gama de Otronia Patagonia Extrema, elaboradas en los viñedos más australes del continente.
· Desde las colinas de Chianti Classico hasta las costas de Bolgheri y los suelos pedregosos de Montalcino, los vinos de Dievole, Podere Brizio, Tenuta Le Colonne y Tenuta Meraviglia encarnan el espíritu toscano que hoy se suma al portafolio argentino de ABFV.

La bodega Meraviglia es una obra arquitectónica, así como un sitio de producción, y un proyecto de recuperación territorial basado en la sostenibilidad ambiental. Un proyecto futurista que integra la estructura en la cantera, dejando visible la pared de roca
· Tres vinos de Alkina (Barossa Valley, Australia) —un Grenache (garnacha), un Semillon y un Syrah— que exploran la geología de sus suelos mediante micro-parcelas únicas.
Durante 2026, el grupo continuará incorporando al mercado argentino el resto de sus etiquetas internacionales, incluyendo las propiedades de Francia y Estados Unidos, consolidando así la presencia integral de Alejandro Bulgheroni Family Vineyards en el país.
· Los aceites de oliva virgen extra de Colinas de Garzón, elaborados en Uruguay y reconocidos internacionalmente por su carácter mediterráneo, se incorporan al portafolio argentino de ABFV.
· Con Tannat y Albariño como estandartes de su terroir, Bodega Garzón presentó sus líneas Estate de Corte, Reserva y Single Vineyard, y su vino ícono, Balasto 2020.


