Pocas experiencias con tantas sensaciones en un día. Primero, ser conscientes mapa mediante, el punto austral en el que nos encontrábamos. Un viaje en un avión pequeño, 40 minutos de vuelo, hizo que aterrizáramos en Puerto Williams, el punto más austral del mundo.
Nuestro puntapié no fue el lado argentino sino la ciudad de Punta Arenas (Chile), en el marco del Congreso AMMPE WORLD . A ese lado que respira celeste y blanco lo vimos de la «vereda de enfrente», canal Beagle mediante, en la región de Magallanes de la Patagonia chilena.
Los locales se empeñan en convertir verdaderamente a Puerto Williams en un destino turístico. Se esmeran en que, entre los argentinos principalmente, el primer recuerdo no sea el de tener un límite natural de dialéctica entre países.
Si allí, en el destino más austral pero también menos explorado, hasta las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico se mezclan.
Saber dónde estamos parados
La ciudad de Puerto Williams se ubica en la Isla Navarino y es la capital de la Comuna Cabo de Hornos, Chile. La Isla Navarino forma parte del archipiélago de Tierra del Fuego chileno, extremo meridional de América del Sur.
En Puerto Williams todo se convierte en lo más austral del mundo. El árbol más austral del mundo, la empanada de centolla más austral que comas en el mundo; el suelo más austral por el camines en el planeta.
Sin chances de llegar por tierra, el agua o el aire son las únicas vías para llegar hasta este lejano punto . En avión, desde Punta Arenas. Navegando, por el Beagle, en embarcaciones que parten tanto desde Punta Arenas como también desde Ushuaia.
El viaje desde Punta Arenas en barco puede llevar hasta 32hs de viaje. Desde el lado argentino, algunas experiencias permiten el cruce en una hora y media. El vuelo desde Punta Arenas tampoco alcanza una hora de vuelo.
El clima aquí es un factor que puede convertir a las experiencias en más o menos amigables. Este lado del planeta, por más austral que sea, no está exento ni del viento ni de las tormentas. Es el IVA de cada excursión. Un mal cálculo te deja en la Isla lo que el clima quiera.
Lejos de ser un mote marketinero que lo enfrentó a Ushuaia (Argentina) muchas veces, desde el 2009 Puerto Williams dejó de ser un pueblito turístico para convertirse en Ciudad, por ser capital de la Comuna de Cabo de Hornos y de la Provincia de la Antártica Chilena.
En verano amanece a las 03 am y oscurece a medianoche. El invierno es crudo y oscuro
Geográficamente el punto no debería ni haber estado en discusión, pues se ubica 10 km más al sur que Ushuaia, en la Tierra del Fuego Argentina. Pero el marketing jugó a favor, con camiseta albiceleste, además de estar más preparados en el ofrecimiento de servicios turísticos. Por suerte, ambos entienden que en el win-win se benefician todos.
Desde octubre 2024, la embarcación Akawaia exclusiva de Los Cauquenes Resort + Spa + Experiences realiza nuevamente el cruce Ushuaia-Puerto Williams. La travesía se había interrumpido en Pandemia pero, gracias a un convenio entre autoridades de ambos destinos, y a la puesta en marcha de una nueva rampa de atraque en la localidad de Puerto Navarino, se autorizó a la naviera a reanudar el servicio turístico.
En 2021, la Organización Mundial de Turismo (OMT) destacó a Puerto Williams con el sello «Best Tourism Villages» por considerarlo como mejor destino de turismo rural. Entre los motivos de reconocimiento, la OMT señaló la importancia histórica de Puerto Williams debido a la presencia del pueblo Yagán desde hace más de 7.000 años.
Un lugar ideal para quienes buscan destinos con prácticas de turismo sostenible, inserto en un área declarada Reserva de Biósfera Cabo de Hornos por la UNESCO. Literalmente, es aquí por donde respira el Planeta.
Qué visitar en Puerto Williams
Aunque a priori parezca que nada tiene para ofrecer este lugar, hay que darle una oportunidad pues lo mejor que tiene es que pone la naturaleza a los pies de cada viajero.
Es una localidad pequeña. Uno puede recorrerla caminando sin dificultades ni terrenos en pendiente. Claro que, como en todo destino, si el sol acompaña se vuelve un gran incentivo que cambia las miradas y alimenta los clicks de fotos.
Tiene una gran riqueza histórico-cultural que uno puede conocer en el Museo Territorial Yagan Usi, un punto de conexión y de difusión de la influencia yagánica del territorio.
La impronta de los pueblos originarios también se refleja en su gastronomía. La combinación de ingredientes locales con técnicas ancestrales permiten disfrutar de grandes sabores. El curanto de hoyo (cocción bajo la tierra), la centolla Magallánica, la merluza Austral, la cazuela Magallánica y otros manjares, son los más característicos de esta cocina austral.
También hay espacio para el senderismo y el estudio de la naturaleza. El trekking más famoso y «más austral del mundo» es el que permite el ascenso a los Dientes de Navarino.
Favorito entre muchos aventureros, aseguran que tiene una dificultad media- alta. El rigor de la caminata se compensa con el entorno de privilegio. Además es posible realizar circuitos de mountain bike, kayak por el Beagle y hasta avistar lobos marinos.
Pero el tesoro natural de Puerto Williams es el Parque Etnobotánico Omora, un área protegida privada de 1.000 hectáreas que resguarda la cuenca del Río Róbalo, fuente de agua potable fundamental para la ciudad, ubicada a unos 3 km del Parque.
Omora significa «colibrí» en idioma yagán. No solo sirve para entrar en contacto con la naturaleza sino que además, es un lugar de estudio del comportamiento ambiental. De hecho la Universidad de Magallanes y el Centro Internacional de Cabo de Hornos (CHIC), financian el lugar.
Las visitas al Parque Etnobotánico Omora son gratuitas para los locales y tienen un costo de 10 USD para residentes chilenos y 15 USD para extranjeros. Se puede ingresar con comida pero no tirar los residuos en el lugar, ya que se trata de un área protegida
Como en un cuento, uno se siente pequeño en este bosque ignoto. Los guías ayudarán a recorrer los senderos del parque, custodiados por un centenar lengas y coihues, que obviamente serán las especies arbóreas más altas y australes con las que te cruces. Un privilegio haber puesto los pies en la puntita del Universo.