Si bien es una cepa común en todo el mundo, no muchos la eligen a la hora de comprar y menos para maridar sus platos. Claro que el fandom merlotero defenderá con válidos argumentos, por qué se abrazan a esta uva como un talismán vínico.
Si gusta incursionar en sus características, deberá saber que en los vinos de esta uva predominan distintas notas a bayas como frutilla, frambuesa, grosellas o casis, y frutas rojas oscuras, como ciruela, y guinda.
Si de aromas hablamos, en algunos casos encontrarán notas de pimienta negra, cuero y ahumado. Aunque quizás bastará el hechizo que su atractivo e intenso rubí podrá provocar.
Lo cierto es que tiene una gran versatilidad y eso lo convierte en una cepa idónea para maridad una gran cantidad de platos, sin defraudar al paladar.
Maridaje merlotero
Divagación imprescindible: al menos media hora antes de servir, sugerimos descorchar la botella de Ultra Kaiken Merlot. Sepa que va a encontrar un vino de gran estructura, de taninos carnosos y persistente en boca. Un secretito: ese final glorioso se lo debe al pequeño, pero no menos importante, porcentaje de cabernet franc con el que está elaborado.
Ahora sí, tome nota y empiece a pensar el menú con el que va a debutar degustando este merlot.
Aperitivos: si es el único menú, abra este merlot con confianza. Le quedan muy bien los quesos maduros como el gruyère o el cheddar y por qué no, una fondue de queso. También se puede combinar con vegetales grillados o asados y si tienen un touch ahumado, será una fiesta.
Pescados: No ponga esa cara de «el pescado va con vino blanco». Abra la mente y otras botellas porque el merlot acompaña muy exitosamente a esos pescados que tienen sabor más intenso como el salmón o atún. Eso sí, deje los espárragos para otro momento porque aunque le queden muy bien al salmón, son unos de los puntos negros en la lista de cualquier maridaje.
Carnes rojas: acá no es que descubrimos América pero la mayoría solo tiene en la lista a los malbec y cabernet sauvignon. Así que si su menú es una plato tradicional de carne al horno con papas, abra el merlot. Y si es un guiso de lentejas al que le sumó carne, hágase la caridad, y abra el merlot también. No se va a arrepentir.
Pastas y pizza: Si! Me pongo de pie y a viva voz declamo: pizza con vino, si! Y sino, prepare unas pastas con tuco que también combina genial!
Postres: Si le quedó vino como para el postre, cierre la gala con una peras al vino tinto o alguna preparación a base de membrillo. Buen apetito!
+info: www.kaikenwines.com