Posiblemente el bar del hotel más perfecto es The Coral Room, delineado bajo el estilismo de Martin Brudnizki y cobijado por el very british The Bloomsbury hotel.
Tomando influencia de la década de 1920, el menú celebra la época dorada de los cócteles con una combinación fuerte y seductora de clásicos olvidados y nuevas creaciones innovadoras inspiradas en los famosos miembros del Bloomsbury team, en un contexto de lujosa decadencia.
Está dividido en dos áreas. Las paredes en el área del bar principal están adornadas con obras de arte y libros, con una sutil influencia colonial inglesa. El bar exterior, cerrado y con calefacción, se asemeja a un espacio bohemio con cabinas que cubren el ladrillo visto y un lienzo de luces de hadas que cubren el techo.
El Bloomsbury Hotel tiene la belleza del edificio original de Sir Edwin Lutyens. El nuevo diseño del célebre Martin Brudnizki conserva y agrega al edificio un fuerte patrimonio y un rico estilo estético que combina exquisitos muebles y tonos apagados con motivos geométricos, inspirados en el diseño de Lutyens y el patrimonio del área de Bloomsbury. Hace resaltar el carácter original del hotel con un toque contemporáneo, que refleja el Londres de hoy.
El área de recepción revitalizada incluye un salón para que los huéspedes del hotel puedan relajarse y descansar. Una paleta de colores de verdes y rosas apagados se verá acentuada por muebles, obras de arte e iluminación, así como por un llamativo papel tapiz botánico inspirado en el patrimonio del lugar. Una chimenea inspirada en Lutyens proporcionará un punto focal para el área del salón y asegurará que el espacio se sienta cálido y cómodo.
Lugar de copas
La zona del bar ha sido rediseñada sensiblemente. Las paredes con paneles originales se conservaron y se les dio un acabado de laca de alto brillo en coral vivo. Candelabros de cristal de murano se reparten por todas partes. Se han sumado 36 piezas de arte originales del artista Luke Edward. La barra cuenta con una tapa de mármol y vidrio fundido con un frente de madera de alto brillo. El área de la barra trasera muestra un espejo antiguo y detalles de bronce, lo que ayuda a reflejar la herencia icónica del hotel y el edificio.
Donde una vez hubo el polvoriento vestíbulo de entrada al hotel Bloomsbury, ahora hay una brillante sala plena de resplandor. El truco de Brudnizki es simple: hacer una habitación colorida pone a la gente feliz.
