Tips de viaje

¿Por qué viajar?

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Hace días que busco una frase corpórea, de esas de madera, donde se hable del amor por los viajes, para colocar en la biblioteca de casa. Así como allí conviven fotos, objetos y sueños encima de los estantes, lo que quiero con el cartel es mostrar que todo (todo) lo que allí se encuentra, ha llegado a mi vida gracias a viajar.

Quizás es una tentativa de incentivar a los que prefieren la calma hogareña a salir de la zona de confort y encarar algún camino no conocido, llegar a una ciudad donde se sientan como extraños, explorar un mapa con los ojos cerrados y dejar que el azar decida el próximo destino. Sacudir la existencia, digamos.

 

 

 

O, por qué no, vivir esas experiencias no tan deseadas en el plan idílico previo, pero que son parte virtualmente intrínseca de cualquier trip: perder un vuelo, rastrear valijas en algún aeropuerto, pinchar un neumático en la ruta, hacer noche en algún hotel pueblerino, elegir el camino más difícil, hacer más de 50 km y que algún baquiano te diga: “¿Por acá? No… por acá no es…”

La cuestión pasa por amar el viaje, con sus virtudes y defectos. Planificarlo en la medida de las posibilidades (económicas, personales, familiares, de disponibilidad de tiempo). Aprovechar cada minuto. ¿O, al fin y al cabo, cuando estamos trabajando o no vislumbramos en el horizonte un pedacito de descanso, en lo único que pensamos es en tener vacaciones?

Viajar es crecer. Es aprender. Es probar. Es emocionarse. Es conocer. La decisión está en cada uno. ¿Por qué viajar? Creo que sobran motivos.