Albert Einstein y Paul Klee caminaron bajo las arcadas de Berna. El casco antiguo de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por a UNESCO, con sus distintos edificios de arenisca, encantadoras callejuelas y grandes monumentos, fascina a todos y se descubre mejor en un relajado paseo.
Muy por encima de los tejados, vas a encontrar la mejor vista del casco antiguo: su Catedral, uno de los monumentos más importantes de la ciudad, dueña del campanario más alto de Suiza. Para alcanzar la cima hay que abatir 344 escalones, pero la vista hace olvidar de inmediato el esfuerzo. Si no hay muchas ganas de subir, queda a la vista el pequeño parque de al lado, con su cafetería )Einstein au Jardin) que regala una vista preciosa del ío que se introduce por el corazón de Berna, el Aare, y el barrio Matte, el más antiguo de la ciudad.
Además de una caminata por allí, si es martes o sábado, encontrarte con los atractivos mercados, hacer turismo, tomar una copa relajada en una de las típicas bodegas abovedadas… Incluso si solo pasas poco tiempo en Berna, hay todo tipo de cosas que puedes descubrir y experimentar. Cerca se encuentran los picos de los Alpes berneses y es posible seguir el fragante aroma del famoso queso DOP Emmental hasta las colinas del valle del mismo nombre.
La ciudad te arrastra a su cadencia. La actividad es prolongada e intensa, pero todo se hace con un ritmo provinciano. El tono arena de su arquitectura, ofrece un interludio que calma el ajetreo. Visitarla invita a ir de compras al súper y lucirte en la cocina comunitaria de Stay KooooK.
¿De qué se trata? Es más bien tu casa para tus estancias largas, tus viajes de fin de semana o los cortos de negocios. Dependiendo de tu ubicación, encontrarás elegantes habitaciones o estudios modulares con tu propia cocina. Allí no tenés que fingir, podés ser vos mismo y ponerte cómodo mientras viajás.
Entre un hogar y un apartahotel, no aspira a dotarte de una habitación, sino más bien de hacerte sentir en casa, en un sitio temporal que se adapte individualmente a tus necesidades. Todos los Stay KooooK Studios cuentan con camas tamaño queen, baños completos, estaciones de trabajo digitales y cocinas básicas con heladera y cafeteras. En su Muro Personalizable también podés elegir entre muchos otros accesorios y muebles para ayudarte a diseñar tu estudio a tu gusto.
Diviértete relajándote, cocinando, reuniéndote, haciendo yoga, saliendo de fiesta o cualquier otra cosa que te apetezca. Después de todo, aquí estás en casa.
Habitación para vivir-trabajar-dormir-buenos momentos. Se trata del corazón de Stay KooooK. El elemento habitable central es flexible y puede moverse en un instante en una dirección u otra. Esto significa que siempre se puede crear un espacio exactamente donde lo necesitás y ampliar tu salón o cocina.
Stay KooooK Studio tiene su propia cocina americana con estufa, microondas, lavavajillas y heladera. Aquí podrá crear su menú personal de tres platos en un ambiente relajado o invitar a sus amigos a comer espaguetis. Lo mejor: con un movimiento del mueble de salón toda la cocina desaparece detrás del mueble alto.
Pero, además, está su terraza que propone atardeceres soberanamente naranjas. Sus salas de estar acomodadas como tu living, y la gran cocina comunitaria, casi un set de televisión. ¿El secreto? La sala de juegos, con Play Station incluida. ¿El detallito? El termómetro exterior, justo al ladito de la cocina, para ponerte en clima antes de copar la calle.