Es nuestro segundo contacto con el Nuevo Cruze tras la experiencia durante el lanzamiento en Bariloche.
Esta vez, pude comprobar su excelente desempeño en ruta. Más precisamente en la autopista 12 y 14, que llevan a las ciudades turísticas de Entre Ríos a la vera del Río Uruguay.
Con una invitación de las cabañas Morada del Arroyo, pasamos un excelente fin de semana de sol, islas y termas en Colón. Respecto al nuevo auto (es totalmente diferente al Cruze que se importaba), la versión top LTZ plus tiene todos los condimentos que de seguridad activa (la que más importa, la que previene) que ojalá se extiendan pronto a otros modelos (dentro de muy pocos días se presenta la renovación de un modelo muy importante para Chevrolet).
Lo mejor son los asistentes a la conducción: el mantenimiento de carril y el alerta de impacto frontal. Con el primero activado, si el camino está demarcado el vehículo hasta lograr tomar las curvas solo. Por supuesto que con un alerta en el tablero nos va a retar, porque no es un coche autónomo, pero le da una gran mano a los despistados.
Un gadget del tablero electrónico que consideramos fundamental (hasta podría tener su espacio fijo para tener una visualización constante) es el que indica la distancia de seguimiento con el auto de adelante en forma constante en segundos. Nunca habíamos visto una información tan didáctica para dimensionar el peligro de un choque por alcance. En la misma línea, ante la posibilidad de un impacto frontal, se. enciende una luz roja justo frente a los ojos del conductor en el parabrisas y suena una chicharra: señal inequívoca de que hay que apretar el freno para no chocar.
Parece tonto cuando se explica. Es básico: el auto te avisa «pisá el freno porque te las vas a poner!». Y muchos creerán que son muy buenos conductores y cómo una computadora les va a decir cómo manejar, pero la mayor parte de los siniestros en los accesos a la ciudad se dan por falta de distancia de seguimiento.
No hay dudas, el nuevo Chevrolet Cruze es el auto que te salva.