No se trata de dispositivos con las últimas tecnologías dispuestos por todo el lobby o por las habitaciones ni de una construcción de película de ciencia ficción.
El 1 Hotel South Beach de Miami tiene una visión pionera y genuina sobre el universo de la hospitalidad sustentable. Ha sido diseñado para el confort usando materiales reciclados, y es único naturalmente, en pleno distrito Art Decó.
Cada detalle está pensado en ese sentido: la llave de la habitación es un círculo de madera, los cuartos disponen de canillas de agua con filtros Triple Clear apta para consumo humano, los ascensores se manejan desde un panel único (el huésped aprieta un botón y la pantalla lo dirige hacia el coche que lo dejará en ese piso) para ahorrar energía y viajes y luego del check-out se obsequia al visitante con una moneda “menos que” (una medalla de cinc reciclado para inspirar la disminución del consumo de elementos perjudiciales para el ambiente).
A la serie de complementaries sustentables se le suma una botella de agua Just manufacturada por un proveedor local, en un envase fabricado en un 58% de papel y un 27% de plantas, que consume dióxido de carbono en lugar de emitirlo. Sin omitir que para viajes cortos, el hotel dispone de vehículos Tesla eléctricos y utiliza sábanas hechas a base 100% de material orgánico. Las iniciativas parecen no agotarse nunca: el programa The Seedlings ofrece aventuras diarias para acercar a niños de entre 4 y 12 años a la naturaleza.
En términos de construcción, una “pared viva”, de la que fluye el verde, que promueve la biodiversidad. En conjunto con el revestimiento del techo, que refleja la temperatura del sol, reducen el efecto de isla de calor y los costos de energía asociados con el enfriamiento del edificio.
Los techos en el lobby están hechos de madera recuperada de torres de agua en Alaska y muebles de árboles caídos de las selvas tropicales de América del Sur. Ni bien entra al edificio, el visitante se topa con que la pared interior también tiene verde que le fluye, formando la imagen de un ser humano.
Alentamos a otras marcas hoteleras a emular nuestro compromiso y ayudamos a que se comprenda que el lujo y el confort pueden coexistir con la sostenibilidad Shadi Omeish Shadi Omeish, gerente general de 1 Hotel South Beach.
La piscina de la terraza, a la que sólo pueden acceder adultos, sirve como botón de muestra para garantizar esa afirmación. Si no alcanza, el lobby, donde se presentan números de música en vivo los viernes por la noche, o el área de piscinas interminables del tercer piso (la pileta parece caer directamente sobre el mar) pueden considerarse otros ejemplos válidos.
Los cuartos son enormes. “No es común ver habitaciones de este tamaño en Miami”, sonríe Iván, uno de los mayordomos del establecimiento. “La importancia de los viajes ambientalmente sostenibles se ha convertido en un factor definitorio en la hospitalidad”, concluye Omeish.