El concurso Mi Primera Empresa de BBVA tiene como propósito apoyar a los emprendedores y destacar el talento innovador de los argentinos.
Teniendo en cuenta el rigor técnico, la creatividad, la sustentabilidad y la viabilidad del proyecto, el plan de negocio de cada uno de los ganadores se asoció a uno o más Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS).
En cada una de las categorías, el primer premio recibió 2.000.000 de pesos y el segundo puesto 1.200.000 pesos.
Martín Zarich, presidente ejecutivo de BBVA en Argentina, afirmó que «BBVA mantiene una conexión muy amplia con el mundo empresarial a lo largo de todo el país, empresas grandes y emprendedores, tenemos relación con más de 100.000 empresas de todo tipo».
Con proyectos en Córdoba, Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires, resultaron vencedores en la categoría Innovación Mothus y Oh!cico; mientras que en Triple Impacto, los galardonados fueron Robbina y SPC Soil-Plant-Cloud.
Por su parte, Hernán Carboni, director de Relaciones Institucionales de BBVA en Argentina, recordó que éstas se consideran dos áreas estratégicas para BBVA y que con esta nueva edición de Mi Primera Empresa se reafirma el compromiso con el emprendedurismo y la inclusión social.
Mothus Technology y Oh!cico, líderes en Innovación
El primer puesto en la categoría Innovación lo obtuvo Mothus Technology, de Pablo Alberoni (35 años). Con base en la ciudad de Córdoba, es una empresa comprometida socialmente que opera en la intersección de la salud y la robótica de rehabilitación. Su misión es democratizar el acceso a la tecnología de rehabilitación física en clínicas y hospitales, convirtiéndola en un estándar accesible para más personas, en lugar de considerarla un privilegio.
Alberoni es co-founder y COO de Mothus Technology. Además de dedicarse a la tecnología aplicada a la salud, actualmente es profesor adjunto en el Instituto Universitario Aeronáutico.
El segundo puesto se lo llevó Oh!cico, de Carolina Saponare ( 33 años), Mariana Dacunda (35 años) y Christian Keegan (31 años). Desde la ciudad de Buenos Aires, Vicente López y La Plata desarrollaron una aplicación que tiene como misión dejar una huella positiva en la vida de perros y gatos, enfocándose en reducir la cantidad de mascotas en situación de calle y garantizar que encuentren un hogar.
La estrategia de Oh!cico se basa en dos acciones clave: facilitar la búsqueda de animales perdidos y fomentar la adopción o el cuidado temporal. Para lograrlo, han desarrollado una ‘app’ que utiliza la geolocalización para crear comunidades entre vecinos, fortaleciendo así su impacto social. Además, ofrecen servicios y productos relacionados con el cuidado de mascotas, como chapitas de identificación y planes de salud.
Robbina y SPC Soil-Plant-Cloud, referentes en Triple Impacto
Robbina recibió el primer premio en la categoría Triple Impacto, el emprendimiento, fundado por Marianela Pavicich (33 años), Melisa Pavicich (32 años) y Soledad Fredes (33 años), surgió como respuesta a la comprensión actual de la discapacidad como un problema social.
Desde Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, la empresa se enfoca en habilitar oportunidades para personas con discapacidad mediante la creación de productos con diseño universal, es decir, funcionalidades que benefician tanto a personas con discapacidad como a aquellas sin ella. Su objetivo es lograr la plena convivencia de la diversidad en diferentes entornos, desarrollando mobiliario funcional que atiende las necesidades específicas de las personas con discapacidad, al tiempo que proporciona comodidad para todos.
El segundo premio lo recibió SPC Soil-Plant-Cloud, de Micaias Lux (23 años). Originaria de Rosario, Santa Fe, SPC es una plataforma que utiliza análisis de suelo para personalizar y ubicar productos biológicos ideales en cada lote con el objetivo de maximizar rendimientos y acelerar la transición hacia biológicos. Así, busca mejorar la respuesta y estabilidad de los productos al analizar datos de suelos y compararlos con los productos biológicos disponibles en el mercado.
SPC se compromete con el triple impacto en el sector agrícola, abordando aspectos económicos al aumentar rendimientos y optimizar el uso de recursos, ambientales al promover prácticas agrícolas sostenibles, y sociales al democratizar el acceso a soluciones agrícolas efectivas. En conjunto, SPC busca equilibrar rentabilidad, sostenibilidad y bienestar de las comunidades agrícolas, promoviendo un futuro más próspero y sostenible en la agricultura.