Miami Beach es un cocktail que apuesta a todos los sabores en una misma copa. Con la arrogancia de quien puede, la ciudad se plantea como un collar de gemas diseñada por el atrevido Alexander McQueen: disruptiva, novedosa, fluctuante. Sus metas no tienen altura. En medio de esta vorágine insaciable, encontrar el pequeño reducto que adormezca por un rato esa efervesencia y permita toparse con el aquí y el ahora es una búsqueda que puede llegar a ser frenética.
Sin embargo, allí aparece Bay Harbor Islands, una especie de refugio restringido que se convierte en un cono de silencio en medio de la vertiginosa vida citadina.
Un muy sintético archipiélago conformado por dos pequeñas islas interconectadas entre sí: Broadview y Bahía Harbor. La isla de Broadview, ubicada al oeste, esta exclusivamente ocupada por casas residenciales unifamiliares, mientras que Bahía Harbor, al este, está compuesta de un distrito comercial y edificios de apartamentos.
La ciudad de Las Islas del Puerto de la Bahía, una posible traducción de Bay Harbor Islands o BHI (por sus siglas en inglés) fue fundada en Abril 28 de 1947 por Shepard Broad, un banquero, filántropo y abogado radicado en Miami Beach. Originalmente Szmuel Bobrowice., se inició en su ciudad natal como aprendiz de sastre y en 1914 emigró a Estados Unidos.
La isla del este además de tener el centro comercial de la ciudad agrupa una de las mayores concentraciones de arte moderno arquitectónico de las décadas de los cuarentas y cincuentas el siglo pasado, incluyendo edificios de valor histórico diseñados por figuras tales como Morris Lapidus, Charles McKirahan y Henry Hohauser.
En el año 2014 el National Trust for Historic Preservation incluyó las islas de Bay Harbor Islands en su listado de los 11 Lugares Históricos en mayor peligro, esto debido a la amenaza que representan planes de modernización urbanista por parte de inversionistas inmobiliarios. El sitio perfecto en el que BOA te deja 11 veces a la semana.
En medio de la tranquilidad de ese pequeño paraíso que hace de puente entre el continente y el resto de la costa, entre aguas que se mecen con calma y palmeras que funcionan como sombrillas, se esconde The Altair, una joyita que se asemeja a cómo quisieras vivir si te mudaras a estas islas.
Escondido entre as palmeras, en el corazón de las florecientes Islas Bay Harbor, The Altair ofrece una inspiración boutique de lujo, con ventalaes de piso a techo y terrazas propias desde donde ver caer el sol, despuntar el amanecer, menearse con las ondas de los canales y adormilarse con el bucólico vaivén de la vegetación mecida con la brisa. Departamentos luminosos y de diseño inteligente, con muebles elegantes e interiorismo contemporáneo del estudio Interiors by Steven G. Con vistas a los campos de golf cercanos y al Canal Intracostero, The Altair Hotel Bay Harbor ofrece una experiencia de hotel íntima con comodidades estilo centro turístico ubicadas en el centro junto a las gemas arquitectónicas modernas de Miami y a una corta distancia a pie de los principales atractivos.
La piscina en la azotea deja espiar una Miami vibrante allá en el horizonte, mientras la calma de las Bay se desparrama a los pies. Su cocina kosher está preparada, además, para ofrecer delicatessens de cocina judía con la mano artesanal del sabor perfecto. En el borde de la Bahía de Biscayne, un balcón seguro desde el que admirar el paisaje inquieto de la ciudad, desde la amigable seguridad de casa.