Centrado en un vino ecológico, SIN CULPA reutiliza botellas, no usa cápsulas para su cierre y en lugar de etiquetas, tiene una atractiva serigrafía e insumos que no contaminan. El plus: por cada caja de vinos vendida, la bodega plantará un árbol.
El hacedor de este proyecto es Andres Ridois, con un largo recorrido en la industria del vino. La idea surgió gracias a la interpelación de su hija y, también, a situaciones que pusieron en jaque la vida que llevaba. Andrés renació y con él sus ideas y sus ganas de (re) hacer.
Andrés lleva un largo recorrido entre uvas, barricas y viñas. Sabe de riesgos, de apuestas y de cómo llevar adelante proyectos. Pero a esta altura de su vida, opta por la libertad. Sin culpa. Sin reglas. #cheers
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