La “tokenización” de activos es algo que llegó para quedarse. Si bien no es algo nuevo, en la Argentina aún es un mercado incipiente al que muchos miran de reojo o ni siquiera conocen.
Hasta ahora, si uno quería comprar una botella de vino iba a la vinoteca o a la góndola del supermercado más conveniente. Lo mismo si quería adquir una parcela de un viñedo, como la experiencia que ofrece Bodega Gamboa con el proyecto Mi Finca: Se contactaba con la bodega y allí se cerraba el trato.
Pero la tecnología y la innovación han acelerado los procesos. En el último tiempo han aparecido distintas plataformas a través de las cuales se puede comprar vinos que aún están en proceso de elaboración, a través de lo que se conoce como Tokens No Fungibles (NFT) ; una suerte de terroir digital del vino.
“Comprar un token de un activo físico es lo mismo que comprar un bien que va a mantener el valor en el tiempo o se va a apreciar más aún”, explica Carlos Moyano, socio fundador de Drinksify, la primera plataforma en su tipo para comprar vinos tokenizados del mundo.
Aunque en la Argentina es un mercado incipiente, la tokenización puede ser una herramienta innovadora en las estrategias de marketing para las bodegas. Puede ayudar a encontrar formas creativas de interactuar con los consumidores y construir comunidades en línea, reduciendo costos y con alcance mundial.
Cómo funcionan las plataformas de wine token?
Los Wine NFT de Drinksify
Drinksify es uno de los mercados digitales, un proyecto creado por argentinos. Desde allí, se pueden adquirir tokens no fungibles (Wine NFT´s) de las etiquetas que las bodegas quieran ofrecer.
Además, automáticamente acceden a un club de beneficios, sirve como método de ahorro y de inversión, y se aseguran del stock de una partida determinada, que estará lista en meses o años.
Entre los beneficios que destacan es que el usuario se involucra desde el principio de la elaboración de un vino y se asegura una botella, caja o barrica, que tendrá a su disposición cuando salga al mercado.
Carlos Moyano, fundador de la plataforma, destaca que hay etiquetas muy demandadas y difíciles de conseguir o incluso que se venden sólo a través del sistema de NFT a modo de preventa.
Otro punto importante es que representan un contrato directo de compra y venta (Smart Contract) entre la bodega y el consumidor final; es decir, la plataforma sólo hace de vínculo pero la relación es directamente cliente-bodega.
Otra gran ventaja es que no ocupan lugar físico. Los clientes arman sus propias cavas “virtuales” y las harán “reales” cuando los vinos estén listos.
Los «impacientes» que no quieran someterse al tiempo de espera de un vino, pueden vender sus NFT a otros compradores. Y sino aparece nadie, será la misma bodega la que lo recompre el Wine NFT, para asegurar la “liquidez” de los mismos.
Este nueva modalidad de negocio permite el win-win para todas las partes, tanto para el comprador como para la bodega, porque les permite asegurar cierta rentabilidad mientras elaboran sus etiquetas. Y todo gracias a la tecnología que permite una transacción fácil y segura con sus clientes.
Matic Market, con la curaduría de Dolores Lavaque
Otro de las plataformas es MATIC MARKET, una tienda web3 de NFT´s para productos físicos especializada en vinos y delikatessen.
Pablo y Nicolas Solano son sus cofundadores impulsados por la idea de unir la nueva tecnología blockchain con su pasión por el vino.
De la mano de PALA blockchain, aplican todas las ventajas de la tecnología y desarrollaron un catálogo de más de 100 productos exclusivos, ofreciendo una propiedad exclusiva y verificable de cada uno de ellos.
Dolores Lavaque, de familia pionera en la industria vitivinícola, añade prestigio al proyecto con la curaduría de los vinos.
Comprar una botella, tanto antes como después de su cosecha, y desde cualquier lugar, es un cambio de paradigma para productores, bodegas y amantes del vino Rodolfo Vigliano, cofundador y CEO de PALA Blockchain
Con un sistema de compra intuitivo y seguro, la plataforma permite a los consumidores adquirir NFTs concriptomonedas o tarjetas de crédito.
En esta primera etapa, ya se sumaron más de 20 bodegas como Indicado, Flores de Fuego, Los Nadies y la empresa de delikatessen La Sucrerie, además de las colecciones de Dolores Lavaque, entre otros.
