Seguramente alguna vez se han preguntado qué hay detrás de una botella de vino. Ya sea por su precio o por su cualidades, el interrogante abre un abanico de respuestas que cuando se revelan en su matriz de origen, todo cobra otro sentido.
Así como en la gastronomía aparecieron conceptos relacionados con la sustentabilidad, con el cuidado de los productos y con volver al origen de las cosas, desde hace unos años el mundo del vino también se vio atravesado por estas cuestiones.
En la escena enológica se empezó a hablar de vinos naturales, biodinámicos y orgánicos pero a quien bebe vino por placer, le resulta un poco difícil entender la diferencia.
Cómo distingue el paladar si se trata de un vino común o un vino orgánico? De la misma manera que diferencia un durazno recién sacado del árbol del propio jardín a uno de supermercado. Tiene el aroma de lo auténtico, sin agregados artificiales, con el tamaño correcto y el gusto natural.
Por eso, la experiencia que aquí comparto fue sublime en muchos aspectos. Invitada por Bodega Argento, viajé junto a otros colegas periodistas para conocer el trabajo de esta bodega que decidió apostar a la sustentabilidad para elaborar sus vinos .
El punto de encuentro fue una de sus fincas, ubicada en Alto Agrelo, Mendoza. Es el principal viñedo que destinan a la producción de vinos orgánicos y desde donde apuntan a convertirse en los líderes de la región.
Escuchá mi relato sobre esta visita en el programa de radio Con Doble T por Concepto FM
Vino y ambiente
La visita coincidió con mes de lo Orgánico. Allí pudimos conocer de primera mano el programa Matriz Viva, nacido con el objetivo de mejorar la producción de sus vinos en armonía con el ecosistema que los rodea.
Desde el 2010 Argento lleva adelante una forma diferente en la forma de hacer vinos para conservar en cada botella lo mejor de su terruño.
Este proyecto nació con el fin de conocer y entender a los organismos vivos, agua, suelo y medio ambiente que cohabitan en el Ecosistema Vitícola para lograr una convivencia sustentableCecilia Acosta, Gerente Agrícola de Bodega Argento
Podrían habernos encerrado en una sala, mostrar una presentación, organizar un almuerzo, regalarnos un vino y despedirnos frente al paisaje cordillerano. Pero no. Apostaron a que entendamos cada decisión.
Nos mostraron la foto más real de su trabajo: la que pisa el terruño, la que huele las flores entre las líneas de la viña, la que observa la profundidad de las calicatas (pozos) para ver sus suelos y la que disfruta en 360° de una copa de pinot grigio en la mano, con la viña telonera.
El programa Matriz Viva está a cargo del área de Investigación y Desarrollo de la bodega y junto a otras instituciones mendocinas y nacionales, crearon una especie de matrix de la viticultura y enología que focaliza en ejes de estudio bien definidos: el suelo, los organismos, las vides, el agua y el ambiente.
Además de contar con la certificación específica de vinos orgánicos fueron distinguidos por Bodegas de Argentina y cuentan con el sello de Fair trade (comercio justo), pues se preocupan por mejorar e incentivar el trabajo de las comunidades involucrada en su producción.
Y entre sus objetivos a largo plazo aspiran a duplicar la superficie productiva a 650 hectáreas, que actualmente ronda en una extensión de más de 320 distribuidas en la totalidad de las fincas mendocinas.
Convivir y producir, esa es la cuestión
Antes de plantar cada cepa analizan los suelos, colocan flores para atraer malezas que podrían afectar a las uvas, miden el agua y el tiempo de riego. No se trata de eliminar a los «enemigos» de las uvas o mandárselos al bodeguero vecino, sino de convivir de manera amigable.
Nuestro desafío cuando prueban un vino orgánico es que puedan identificar de cada terroir. Buscamos transmitir la pureza de la fruta, la autenticidad del lugarSantiago Ribisich , Director General del Grupo Avinea
Gracias a Matriz Viva lograron corregir y alterar aquellas cuestiones nocivas para la uva. Por ejemplo, el caso de las hormigas. uno de los mayores demonios de los viñedos. Hay más de 13 mil especies en el mundo. A través de este programa, pudieron identificar cada especie y colocar agentes que capten su atención para desviarlos de la materia prima de sus vinos.
El otro elemento que ha funciona como eje de estudio es el agua, pues requiere hacer un uso eficiente de este recurso. El 70% del agua del mundo se utiliza en la agricultura. A través de este programa, han podido no sólo establecer el caudal de riego sino también sus tiempos.
Para ello se han tomado fotos aéreas de la viña y se ha hecho un escaneo de las calicatas (los pozos donde se puede observar la composición de los suelos) para lograr la eficiencia hídrica.
Diversidad argenta
Bodega Argento forma parte del Grupo Avinea, integrado además por otras marcas como Cruz de Piedra, Pacheco Pereda, Cuesta del Madero y Otronia, en Santa Cruz, la más austral del país. 
Supimos que su nombre refiere a argentum (plata en latín) y al gentilicio de lo argentino. La estética de sus etiquetas es una suerte de homenaje al arte de la orfebrería, tan afamada en nuestro país.
En finca Agrelo se lucen las cepas malbec, chardonnay, cabernet sauvignon, cabernet cranc, petit verdot y syrah. Juan Pablo Murgia es el enólogo responsable de cada una de las etiquetas que allí se crean. Además, tiene a su cargo el resto de los equipos que elaboran los vinos de todo el grupo. 
En nuestro recorrido ha hecho una minuciosa descripción de cada uno de los vinos que regaron un espléndido maridaje. Además de su grupo de trabajo, es reconocido por el mundo enológico y ha sido distinguido como el mejor winemaker del 2022.
La visita ha sido una experiencia rica en todo sentido, pues a veces se peca de ignorante y no se alcanza a comprender ese ingrediente esencial, la pata invisible involucrada en la elaboración de un vino y las historias detrás de cada botella.
