En la Argentina, el 80% del consumo de sidra ocurre durante los meses de noviembre y diciembre. En países, como España, se bebe prácticamente todo el año y convive con otros aperitivos e incluso se marida con muchas opciones a los que los argentinos aún no nos hemos acostumbrado.
Pero para desestacionalizar la sidra en Argentina, llegó la lata. Sí! Que no sorprenda, pues 1930 Saccani no iba a quedar ajena a la tendencia (y necesidad) del año.
Pero aquí la novedad, además, es que llega de la mano de Cervecería y Maltería Quilmes quien se unió a Bodegas Cuvillier, la familia sidrera más antigua del país, para ofrecer una lata de 355 ml.
Este formato será para sus versiones Demi Sec, Dolce y Pera. Adaptable a las nuevas ocasiones de consumo, práctico para llevar y enfriar, y totalmente reciclable, en línea con la política de sustentabilidad que lleva Quilmes como bandera.
Nuestro gran desafío es lograr desestacionalizar el consumo de la sidra, ubicándola en nuevas ocasiones donde antes no se encontraba, y reivindicar un producto noble, natural, fresco y dulce que puede ser consumido en diferentes momentosMacarena Duffau, jefa de marketing de Sidra 1930 en Cervecería y Malteria Quilmes.
Inclusive, aunque vaya ganando terreno, la aparición de la sidra tirada aún es una idea que se ve en algunos pocos bares.
La Sidra 1930 (que homenajea a Virginio Luis Saccani, fundador de la empresa) se elabora exclusivamente con manzanas Red Delicious seleccionadas del Alto Valle de Río Negro -especiales por su cáscara, que le aporta color y sabor- y es producto del primer prensado (lo que aporta mayor calidad).
Además, utiliza un exclusivo proceso de pasteurización que le permite ser un producto totalmente natural, sin conservantes, apto para celíacos y veganos.
Con apenas 5,5% de graduación alcohólica y se recomienda tomarla fresca, a una temperatura de entre y 5 y 7 grados para mejor sus aromas.
