Irte a Santiago siempre es como viajar a tu sitio de descanso. Al lugar de retiro del fin de semana. Ese patio que cobija lindas experiencias y queda cerquita, apenas aquí, en el fondo tranquilo de nuestra casi propia casa.
El Cajón del Maipo, Valle Nevado, las viñas, Neruda, el Costanera Center, Viña y Valparaíso… muchos son los argentinos que conocen más destinos del otro lado de la Cordillera que fronteras adentro.
Irte a Santiago es casi como quedarte en casa, pero con la fortuna de cambiar de aire, flotar en una amabilidad amorosa, ver el Mapocho hecho paisaje y comer tan rico como de costumbre.
Gran parte de todo ese atractivo se cuece desde antes de viajar, cuando vas saboreando el sitio que te espera.
Santiago te enriquece con nuevas propuestas hoteleras que refrescan la mirada. Pullman Santiago El Bosque es un hotel con personalidad, que propone un confort gratamente austero, sin estridencias innecesarias, con la belleza de su diseño art deco de líneas curvas y colores neutros que ganan brillo con algunas texturas arrasadas y dorado muy sutil en las luminarias. Se nota el particular cuidado en el detalle.
Un balance perfecto entre algo de bohemia, mucho de calma. Algo de low travel. Mucho de Isidora Goyenechea llenándote los ojos. Algo de calles arboladas. Mucho de caminata. Algo retro. Mucho de vanguardia. Como un aire clásico con la inteligencia del futuro. Como buscar una residencia cómoda, personal y detallista en una ciudad que tiene todo lo que deseás cuando pensás en irte de paseo. Acá cerca, con la mezcla perfecta de la ciudad avant gard de la vieja Barcelona y la modernidad Amsterdam. Con la historia de Marbella y la intelectualidad de Nueva York.
Un hotel de 18 pisos y 234 habitaciones, ubicado en exclusivo sector financiero, comercial y gastronómico de Santiago. A pasos del metro Tobalaba y el centro comercial Costanera Center. Con piscina y gimnasio equipado en el piso 18 y Lila Bar & Restaurant con una propuesta gastronómica inspirada en la naturaleza y lo saludable.
La comuna de Las Condes es reconocida por su amplia gama gastronómica, donde saborear lo mejor de la comida chilena. Allí no más, el Parque Bicentenario y la Viña Concha y Toro están a 5 minutos en coche. La Chascona, una de las tres viviendas que fueron propiedad del poeta chileno Pablo Neruda, a menos de 15 minutos de auto.
Una pieza que se suma a su propuesta de hoteles exclusivos, cuidadosamente seleccionados por su carácter distintivo inimitable, cada uno gratificante para las personas curiosas. Es el lugar perfecto para elegirlo pensando en estar en casa lejos de la propia, pero abasteciendo la necesidad de curiosidad del viajero.
