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La mascota del Palacio

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Un gato pasea libremente por el hotel Le Bristol de Paris, como huésped de lujo.

Le Bristol de París, una masterpiece de Oetker Collection, ha sido el primer hotel en haber obtenido la prestigiosa distinción “palacio”, que ha decidido otorgar Francia a aquellos hoteles que suman un plus a sus estrellas.

Desde 2010, Fa-Raon, un gato de la especie birmana, se pasea con su elegancia sutil por el hotel que, desde 1925, es un remanso de paz y lujo para turistas de todo el mundo. Es libre de treparse donde más le guste, desde el mostrador de conserjería hasta la recepción, desde los salones hasta los macizos de flores del Jardin à la Française, el twink real se siente como en casa en todas partes. Para su sexto cumpleaños, incluso recibió un trono: un magnífico sillón de Maison Taillardat.

Fa-Raon fue elegido: su presencia era de hecho deseada por el ex gerente del hotel, Didier Lecalvez, cuyos padres siempre habían tenido gatos de esta raza. El Bristol Paris se ha convertido así en un hotel cat-friendly, que también acepta los animales de sus huéspedes. 

 

 

 

Residente permanente del Palacio, por las noches Fa-Raon se retira a su propia habitación, que, según se cuenta, permanece en secreto. Lo único que públicamente se conoce es que sus aposentos fueron decorados por el famoso grafitero Renk.

Nuevo huésped gatuno

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Pero, el tiempo pasa y llegó la hora del retiro de quien fuera durante once años el gato que se acurrucara en los profundos sillones del hotel. Ha llegado la hora de la jubilación y uno de los recepcionistas, Jean-Philippe, se hará cargo del tiempo de retiro de Fa-raon, quien pasará en su casa días felices.

En tanto, el Palacio ya le dio la bienvenida a Sócrates, una nuevo huésped felino que nació el pasado junio en Yvelines, no lejos del refugio para animales de Brigitte Bardot. Con sus ojos azul zafiro, Sócrates es uno de esos gatos con un destino excepcional en las redes sociales. Todavía no se sabe si Sócrates tendrá derecho a su propia institutriz; lo que sí es seguro, en cambio, es que tendrá derecho a una decoración de estilo Grand Siècle, a un jardín excepcional en el corazón del distrito 8.

A pocos metros de Champs Elyseé, a Sócrates no le faltarán caricias de las celebridades asiduas a Le Bristol, que bien podrían derretirse frente a esta bolita de pelo blanco que dormita por cualquier sitio, se enoja bastante seguido y, cuando sucede, decide refugiarse en el spa.